Yo,al escaramujo,lo conozco con otros dos nombres.

Yo,al escaramujo,lo conozco con otros dos nombres.

El sonoro y contundente calambrucho,y otro escatológico,como lo conoce Tatiana; que hubiera quedado bien,en boca de Camilo José Cela,pero que a mi madre no le parecía correcto que una niña lo pronunciara: tapaculos.

En mi Valle,no se lo daban a los perros para purgarlos,sino que,era comida de niños habilidosos.

Sacábamos por un pequeño orificio,una vez arrugado el cáliz de la flor,una deliciosa y exigua crema anaranjada sin que tuviera ninguna raspa,por diminuta que fuera.

María Luisa

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