Los ojos, esos prisioneras

Los ojos, esos prisioneras

San Felipe es el pueblo que veía Tejero desde la prisión militar en el castillo de La Palma. Todos los días.

Los ojos, esos prisioneros, se escapan de esta manera, mirando lo que les rodea, y aunque prefieren el firmamento y el horizonte marino porque así llegan más lejos, también les entretiene muchísimo esos pequeños detalles donde se detiene el infinito: una barca en la orilla, un señor pescando, una galería cuyos cristales parecen espejos devolviendo su luz al sol…LEER MÁS en republica.com…

Gracias a todos por participar en este lugar de la Naturaleza,

Mónica Fernández-Aceytuno

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