Duran estos días ya casi lo mismo que las noches: doce horas. Y hoy hace una tarde preciosa, en la que el sol quema más que en verano, por venir con menos altura para entrar por ventanas por las que hasta ahora no había entrado.
15:35h. Antonio Morcuende Bachiller ha informado esta mañana sobre la llegada de bandadas de aviones comunes a la antigua cárcel de Cáceres.
15:36 h. Y acaba de anotar esta llegada desde África en su cuaderno de fenología, donde registró el año pasado la llegada de estas aves el día 9 de febrero, así que este año están un poco adelantados.
Hace un día primaveral hoy en Cáceres, y los aviones, que son tan parecidos a las golondrinas que dicen que Becquer los confundió con ellas en sus rimas y que los nidos que colgaban de los balcones eran los nidos de barro de los aviones comunes y no los de las golondrinas, añaden cantos que no había ayer a este día.
Es curioso que también en Madrid, en la antigua terminal de Barajas, haya nidos de aviones comunes colgados de los puentes que unen la antigua terminal, sobre las paradas de autobuses, y no es raro ver volar por las pistas a estas aves que se llaman aviones, entre las aeronaves. La nueva T-4, en cambio, tiene menos aleros para que hagan en ellos sus nidos los aviones comunes.
Dice también Morcuende Bachiller, que están florecidos en Cáceres los olmos.
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