Por la rata que aparece en la foto esperaba conseguir unos 3 euros, un cincuenta por ciento más del jornal que hubiera percibido trabajando de sol a sol en el campo.
Joaquín
Joaquín
Me quedé sorprendida el otro día al comprobar que igual que no desaparecen las huellas de una garza en su escaparate de agua, así se conserva el rastro del arenícola cuando sube la marea.
En la imagen, los ovillos de arena de su rastro con una suerte de embudo que es el que indica que el Arenicola marina está justo debajo en su galería con forma de “U” bajo la arena y el agua.
Buen domingo,
Mónica
Mónica Fernández-Aceytuno