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Buenas tardes Mónica:
 
EL MIRLO
 
Como continuación al comentario que hice en su día sobre el Mirlo  y su
nido, quiero ampliar ciertos aspectos que considero de interés.

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Buenas tardes Mónica:

EL MIRLO

Como continuación al comentario que hice en su día sobre el Mirlo y su
nido, quiero ampliar ciertos aspectos que considero de interés.

16:47

Buenas tardes Mónica:

EL MIRLO

Como continuación al comentario que hice en su día sobre el Mirlo y su

nido, quiero ampliar ciertos aspectos que considero de interés.

Para aquellos que no estén muy documentados sobre estos pájaros, les diré

que no he visto nunca Mirlos blancos, todos son negros aunque el macho se

distingue porque tiene el pico rojo-amarillo y la hembra totalmente negro.

A mi me parece que el Mirlo es algo machista porque casi siempre va solo,

sin su pareja. Pienso que es porque que le gusta que la hembra se quede en

casa con “la pata quebrada”, no sé si durmiendo en una rama o haciendo otras

labores que desconocemos.

Por el contrario sí comento a su favor, que es muy trabajador. El otro día

contemplaba un Mirlo que estaba sacando de entre el césped lombrices de unos

cinco o seis centímetros, me chocó que llevaba tres en el pico perfectamente

ordenados mitad y mitad e insistía en conseguir la cuarta. No me parecía que

fuera época de tener crías, ni tampoco para comérselas sobre la marcha.

Quizá era para ofrecerlos a su pareja, como para “tirarle los tejos” e ir

preparándola para el nido y lo demás.

El Mirlo come casi de todo, la forma de su pico no sirve para romper

cápsulas como otros, porque como hemos dicho busca en la tierra gusanillos,

arañas, grillos y todo tipo de frutas.

Quiero comentar algo que siempre me extrañó y es que casi nunca he visto el

nido a más de un metro cincuenta o setenta del suelo. Las crías de estos

pájaros como casi todas, son muy comilonas. Siempre hay algún un listo que

sin poder volar se tira al suelo en solitario y así consigue que los padres

le atiendan y alimenten antes que a los otros que están en el nido.

¿Puede que sea una estrategia poner el nido a esta altura para que no se

lastimen las crías si caen al suelo?.

He comprobado que a veces cuando tienen crías recién nacidas les molesta

mucho la presencia de los niños por lo que intentan asustarlos para que se

alejen del nido y esto no lo he visto cuando se acercan personas adultas.

¿Quiere decir que le temen más a un pequeño que a un adulto? ¿Será porque no

se fían de las travesuras de un niño?.

No quiero omitir el color de los huevos, ya dije que las puestas son como

mucho de tres, el cuarto se da en casos muy excepcionales. Pero el color de

los huevos son tan inigualables, de color azul claro, que me recuerdan al

“caldo bordolés” que era la mezcla de sulfato de cobre y cal para fumigar

las vides contra el “mildeu”.

Todas las aves y animales salvajes defienden a sus crías aún a costa de sus

vidas. El Mirlo cuando saca sus puestas suele estar muy pendiente durante

los primeros días e intenta, incluso por la noche, apartar a los

depredadores atrayéndolos con su canto para alejarlos del nido.

A media noche en pleno campo, se oye al Mirlo cantar como si fuese un tenor

el día del estreno. Va de negro, sólo se le ve el pico rojo, como si fuese

la batuta de un director de orquesta. ¡Qué maravilla! Da todos los tonos,

altos, bajos, claros, fuertes, sin miedo. Si se tiene la suerte de conseguir

una butaca para deleitarse con sus sonidos, les prometo que se quedarán

verdaderamente impresionados con sus “arias”

Inicié esta historia diciendo que el Mirlo era machista. Ahora tengo dudas,

pero si sé que ella se pasa el día esperando a su pareja de azabache con

alegría, casi sin cantar nada, pero cuando le ve llegar le mira a los ojos y

a su pico rojo y se le nota que tiembla de emoción y de amor.

No sé si algún día habrá Mirlos blancos, quizá no se puedan comparar con los

que hoy nos deleitan con su canto y nos ofrecen el color de sus huevecillos

a la altura de nuestros ojos. Yo creo que intentan darnos su amistad para

que los aceptemos en nuestros jardines como ha pasado a través del tiempo.

Ellos también aprendieron a cantar para ofrecernos su música limpia y

penetrante al filo de la medianoche. Su intención es que nuestros sueños

sean más felices y el eco de sus canciones nos anuncien la hora de un nuevo

amanecer.

Mónica, recibe un cordial saludo,

Jerónimo

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