Voy caminando del revés como lo hace cualquier río pero este es el TEA buscando el MIÑO y tan pegajoso que cuando llega, cada gota es un abrazo de alegría para ir juntos al mar.
Diez minutos antes de sobrevolar esta ciudad, toda la tierra que la rodea es hermosa, salpicada de luces como el fondo luminiscente de un océano, cada pueblecito con su casa y su luz y su universo dentro de cada hombre y de cada mujer que sueña.
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