En Europa los monjes utilizaban estos frutos para confeccionar los rosarios.

                   Juan Carlos Delgado Expósito

En Europa los monjes utilizaban estos frutos para confeccionar los rosarios.

Juan Carlos Delgado Expósito

En Europa los monjes utilizaban estos frutos para confeccionar los rosarios.

Juan Carlos Delgado Expósito

LOS FRUTOS DEL CINAMOMO

Si paseamos por los parques de nuestros pueblos y ciudades e incluso en las márgenes de algunos de nuestros ríos y otras variadas zonas, encontraremos en estos momentos un árbol que se carga ahora de sus frutos globosos de color verde, aunque también existen en el mismo árbol frutos ya viejos de color amarillo; se trata de la Melia, también conocido como cinamomo, agrión e incluso árbol del paraíso, de nombre científico Melia azedarach L.

En el libro del Satiricón de Petronio se puede leer lo que sigue: “La rosa no se atreve a competir con el cinamomo”. Aunque personalmente no entiendo muy bien qué quiere decir Petronio al afirmar esto, si es cierto que las flores de este árbol son de un color violáceo muy llamativas cuando cuelgan en racimos del árbol.

No parece estar clara la procedencia de este árbol, aparece de manera natural en el Este y Sur de Asia, pero siempre se cultivó en el archipiélago malayo y en Persia, estando considerado como árbol sagrado también en la India.

En Europa los monjes utilizaban los frutos para confeccionar los rosarios. En los escritos árabes del siglo XII ya se habla de este árbol y se explica que ha de ser plantado cerca de los pozos y de las norias, para que con sus ramas se pueden realizar emparrados con los que dar sombra a las bestias y las máquinas.

Los frutos tienen efectos narcóticos y son venenosos cuando se ingieren en grandes cantidades. De estos frutos también se puede obtener un gas inflamable que en otro tiempo se utilizó para el alumbrado. Según Font Quer los frutos cocidos son un excelente antipiojos y buen insecticida. Las hojas se pueden utilizar para teñir las telas y en la antigüedad también eran usadas para teñir el cabello.

Pero el uso más frecuente hoy en día, especialmente en España es como árbol ornamental en jardinería, pues es una especie de crecimiento rápido, aunque es de vida más bien corta. Sin embargo como ya se ha mencionado los frutos son venenosos, por ello sería recomendable poner mucha cautela a la hora de plantarlo en zonas cercanas a donde jueguen niños, más bien por precaución.

En cualquier caso disfruten ahora del color y de la forma de esos frutos y más tarde en primavera del color y del agradable perfume de sus flores.

Juan Carlos Delgado Expósito

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