Buenas. Desde Buceo La Herradura, en Granada, nos envían la foto de un abadejo en la punta de la Mona, realizada por Manuel Campillo.
Lo que mejor distingue a este pez, es esa mancha dorada en el costado, la boca prominente y la aleta dorsal seguida.
Según nos comentan los submarinistas, se trata de un pez bastante dócil con la gente y este ejemplar de la foto es un abadejo Epinephelus alexandrinus, pero es muy corriente confundirlo con el mero (con quien comparte el género), incluso con otras especies de abadejo.
Esta es la definición que da la RAE del abadejo:
abadejo.
(Quizá de abad).
1. m. bacalao.
2. m. Nombre común a varios peces del mismo género que el bacalao.
3. m. reyezuelo.
4. m. carraleja.
5. m. cantárida (insecto coleóptero).
6. m. Pez del mar de las Antillas, de color oscuro y escamas pequeñas y rectangulares.
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Pero si bien el abadejo y el bacalao son ambos de la familia de los gádidos, no parecen compartir el género como afirma el DRAE pues el bacalao es del género Gadus, y el abadejo del género Pollachius y Epinephelus.
Por otro lado, en el “Diccionario de nombres vernáculos de Aves”, de Bernis, no figura la acepción abadejo para reyezuelo, como dice el DRAE, sino para milano, al que también se le llama abadejero y abadejo.
¿Quiere esto decir que era el abad quien ponía los nombres a las aves y a los peces? ¿O que tal vez al no recordar la gente el nombre le daban al pez el del abad que sabía nombrarlo?
Igual que la vida, están llenos de misterio sus nombres.
Que pasen un feliz día,
Mónica Fernández-Aceytuno
P.S. Y seguimos con la religión ¿Alguien sabe de qué estaban hechos los rosarios?
Nos lo cuenta hoy Juan Carlos Delgado Expósito, en su imprescindible crónica. Hoy en el
