f. Selva relicta del clima templado y húmedo del Terciario…
zampullín.
m. Somormujo de pequeño tamaño y aspecto redondeado e inocente, que se somormuja donde el agua está quieta, ya sea un embalse, laguna o marisma, hasta profundidades de hasta veinte metros para alimentarse de insectos, larvas de anfibios o pequeños peces. Solitario, destacan sus ojos pardos que se vuelven rojos como rubíes en la época de cría, y su pico, a diferencia de los patos, corto y cónico, en algunas especies de zampullines incluso largo; así como sus patas con membranas en los dedos pero separadas a modo de palas o de lóbulos con una nervadura que recuerda a la de las hojas y con las que, en las pocas ocasiones en las que despega el zampullín con una ligera carrerilla mientras bate las alas, deja las huellas de sus pasos por unos segundos sobre la tabla de agua. Pertenecen los zampullines a la familia Podicipedidae y el más abundante en Europa es el Zampullín Chico (Tachybaptus ruficollis), siendo el Zampullín Cuellinegro (Podiceps nigricollis) más escaso y sin embargo presente en las Marismas del Odiel donde tiene en la Península Ibérica su principal punto de invernada.
Juanje Campos ha sugerido y participado en la definición de este término
Esta agua por la que hasta la vegetación tiene querencia y la cierra con un amor que mata, y hay que abrir pasillos y claros al cielo para que no se beban todo el humedal. Entre los carrizos se ven pájaros carriceros dorados que se posan y se columpian en la misma dirección de las espigas, mientras el sol se pone, rojo, ámbar, negro, entre ellos. Todo parece un sueño que en cualquier momento despertará al mundo como un agua que se ha secado. El Vadancho es un arca de Noé donde lo que quieren las especies es la lluvia, el agua de su río, el Cigüela, y con ella sueñan todos los días cigüeñuelas, avocetas, garzas blancas, grises e imperiales, águilas pescadoras, flamencos, avetoros, zampullines, agujas colinegras, aves pelecaniformes rarísimas de ver como el Ibis o Morito Común, y hasta fumareles cariblancos. Hay un algo marino en Vadancho. Olor a salitre y a salino. Olor a principio de la vida. Se hizo de noche y en ningún otro lugar, como si también el firmamento tuviera sal, he visto más estrellas.
Mónica Fernández-Aceytuno
De “Vadancho”
republica.com, julio 2012
Aceytuno.com