8 Y 20 del Viernes 17 de Octubre de 2008
Corté ayer unas ramas de laurel para poner de asiento a unos percebes, que es un regalo que nunca falla.
Corté ayer unas ramas de laurel para poner de asiento a unos percebes, que es un regalo que nunca falla.
Yo tenía unos jardineros a los que para ser perfectos sólo les faltaba ser enterradores.