Ahora veo que lo que yo creí que eran flores caídas como estrellas rojas, eran los sépalos unidos en una copa, los cálices de la flor.

Mónica Fernández-Aceytuno

Ahora veo que lo que yo creí que eran flores caídas como estrellas rojas, eran los sépalos unidos en una copa, los cálices de la flor.

Mónica Fernández-Aceytuno

VAGAMUNDO

Cada día veo más personas en los bancos del parque, vagamundos que parecen perdidos, tumbados al sol, la mano tapando la cara, su pensamiento en un mundo mejor.

Jueves, 30 de mayo de 2013

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Ahora veo en el granado que a mi vuelta me he encontrado plenamente florecido, corroborando eso que vengo pensando, que las plantas, como los niños, crecen más cuando no estamos; pues, como escribía, ahora veo que lo que yo creí que eran flores caídas como estrellas rojas, eran sólo una parte, los sépalos unidos en una copa, los cálices de la flor.

Incluso con los pétalos de la flor, que tienen contra el azul de este cielo el rojo vivo de los geranios, me siguen recordando, sumergidas en la luz, a las estrellas de mar las flores del granado.

Buen día y hasta mañana,

Mónica

FOTO: Flor del granado el jueves 30-5-2013

AUTORA:Mónica Fernández-Aceytuno

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P.S. Sigo sin oír el trisar de los vencejos. ¿Qué harán los pollos sin los padres hasta que regresen?

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