8:25h Ha empezado el año de la mejor manera para la tierra: lloviendo. Aún es de noche y cae el agua oscura. Ayer pasé la tarde colgando artículos en esta casa de paredes blancas que no sé si acabaré de llenar, antes de que me llegue la hora,

,con todas mis cosas escritas.

Mientras tanto, sigo escribiendo. También ayer, al abrir una ventana, un ratonero salió volando. Quiero decir que estaba posado en un poste de teléfono a una distancia de unos doscientos metros de esa ventana y, sin embargo, salió volando. No sé qué pudo oír, o ver, que le hizo despegar hacia los pinares. ¿Quizá el ruido que hace al abrirse una ventana propagado por el viento?, o ¿tal vez un rayo de sol reflejado en el cristal por una décima de un segundo?

Empero, si un hecho tan sencillo y cotidiano como es que una mujer abra una ventana, hace que emprenda el vuelo esa enorme rapaz que es el águila ratonera, ¿cuál no será nuestra influencia en todo lo que nos rodea por el simple hecho de estar vivos?

Feliz día y hasta mañana,

Mónica Fernández-Aceytuno

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