Con un invierno y una primavera lluviosos y templados como hemos tenido este año, no sé por qué hay tan pocos caracoles.

Con un invierno y una primavera lluviosos y templados como hemos tenido este año, no sé por qué hay tan pocos caracoles.

Querida Mónica:

Con un invierno y una primavera lluviosos y templados como hemos tenido este año, no sé por qué hay tan pocos caracoles. Los que se venden en pequeños puestos en las calles de Sevilla me dicen que son importados de Marruecos. En cambio las tagarninas, una modesta pero riquísima planta espontánea de nuestros eriales y cunetas, han tenido un espléndido desarrollo. La primera foto corresponde a una tagarnina en flor nacida al borde mismo del asfalto de una carretera de tercer nivel.

Te adjunto también una imágen de uno de estos puestos, tomada el pasado mes de abril. Las cabrillas y los caracoles están separados en bandejas diferentes. Debajo, unas hierbas silvestres que supongo serán para el guiso de los caracoles. Espero que algun lector de tu tablón me saque de dudas.

Un abrazo. Joaquín

Querida Mónica: Me parece que llego a tiempo para completar el mensaje de referencia con una información que me pasan dos buenas amigas, Verónica e Isabel. Las hierbas que están en el puestecillo de los caracoles son precisamente tagarninas y, segun Verónica, están “ripiadas”. He buscado el significado de “ripiar” en el RAE y en el Moliner y, a parte de acepciones usadas por albañiles y constructores, que no son del caso, sólo he encontrado “ripiar: en Cuba, hacer pedazos algo”. Interesante.

Un abrazo. Joaquín

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