Como siempre por estas fechas, están a punto de florecer los tilos…Tienen en su nervadura las hojas del tilo más de una escalera.

Mónica Fernández-Aceytuno

Como siempre por estas fechas, están a punto de florecer los tilos…Tienen en su nervadura las hojas del tilo más de una escalera.

Mónica Fernández-Aceytuno

Como siempre por estas fechas, están a punto de florecer los tilos…

LA ESCALERA DEL TILO

Tienen en su nervadura las hojas del tilo más de una escalera.

Se ve y se nota su relieve de escaleras por el envés: una escalera de travesaños por entre cada dos nervios secundarios de la hoja. Cuando esta hoja del tilo pierde su frescura y sus verdes, y hasta la vida, se queda en los huesos, que no están hechos de calcio sino de leño, y que son en fin estos nervios que la recorren y que recuerdan a un conjunto de escaleras, de esas que se apoyan contra el tronco de un árbol. En su forma se parecen a las que usan en la localidad leonesa de Caín los que ya no suben de un salto pero que aún se encaraman al tilo para cortar las ramas y llevarlas a casa, donde pelarán la tila, la flor que calma.

Ayer se abrían las primeras flores bajo un cielo nublado y tal vez la semana que viene, o la otra, estén ya plenamente florecidos los tilos. Dicen que en ésto influyen las tormentas pero yo creo que es más bien el calor que precede a la tormenta, y no los truenos y los rayos, el que abre las flores tranquilas. En realidad, es tranquilo todo el árbol, y paciente hasta la última de sus hojas.

Pues aún faltan dos semanas para que se recolecte la tila, y ya tiene la hoja, grabada en su nervadura, la forma de la escalera que utilizará el que quiera alcanzarla.

Mónica Fernández-Aceytuno

ABC, 21-6-2004

Fondo de Artículos

de la Naturaleza de

www.aceytuno.com

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