En esta época del año en la que nos encontramos, uno de los pájaros que más llaman la atención de

En esta época del año en la que nos encontramos, uno de los pájaros que más llaman la atención de

Desde la Baja Extremadura, por Juan Carlos Delgado Expósito.

En esta época del año en la que nos encontramos, uno de los pájaros que más llaman la atención de quienes pasean por nuestros campos, es sin duda alguna el Petirrojo o pechirrojo cuyo nombre científico es Erithacus rubecula.

Nos encontramos ante un ave que en otro tiempo habitaba especialmente los bosques de hoja caduca, pero a raíz de los cambios que el hombre introdujo en la naturaleza y gracias al oportunismo de este pájaro, ahora podemos encontrarlo prácticamente en cualquier lugar, desde nuestras dehesas, olivares, hasta jardines de nuestros pueblos y ciudades e incluso en los patios y jardines de nuestras casas. Se comporta de manera sedentaria, aunque es durante el otoño y el invierno cuando es más fácil de observar, debido al aumento de ejemplares que llegan a nuestras tierras desde el Norte y centro de Europa. En la época de cría, es decir durante la primavera y el verano, se comporta de manera más recatada, pero le hemos observado en ciertas zonas de Fregenal, por lo que estamos ante un ave sedentaria dentro de nuestro territorio, así como en buena parte de Extremadura.

Sin duda alguna lo que más llama la atención de este inquieto pajarillo, es el color anaranjado de su pecho, este característico color lo utilizan los machos especialmente para delimitar su territorio, pues nos encontramos ante un ave muy territorial. Ya en el siglo III a.de J. Zenódoto, escribió unicum arbustum haud alit duos erithacos, lo que quiere decir que un solo arbusto no alberga a dos petirrojos. Y es cierto porque si dos petirrojos coinciden juntos, no cabe duda de que habrá un gran enfrentamiento.

El ornitólogo inglés David Lack, realizó hace ya bastantes años, un experimento que consistió en colocar un petirrojo disecado en el territorio de otro ejemplar vivo, comprobando entonces que el ave atacaba al pájaro inmóvil, llegando incluso a arrancarle la cabeza. Posteriormente para corroborar que realmente era el color anaranjado lo que levantaba la furia del ave, colocó un simple penacho de plumas del mismo color y efectivamente el petirrojo atacaba al falso pájaro con igual furia que si de un ave viva se tratara.

Campbel 1974, comprobó que en una ocasión uno de los contendientes de una disputa, llegó incluso a acabar con la vida del otro.

En cuanto a la alimentación, hay que decir que esta ave consume especialmente insectos que atrapa sobre todo en el suelo, pero en invierno puede consumir bayas de algunas plantas como las de la hiedra o el saúco por mencionar algunos.

Pero existen más curiosidades de este pequeño y nervioso pájaro, a la hora de construir su nido, normalmente lo instala en el suelo, algún talud, agujeros o grietas de algún muro. Lack 1965, comprobó que una pareja llegó a construir su nido en poco más de cuatro horas en el bolsillo de la chaqueta que un jardinero había colgado mientras realizaba sus tareas de jardinería. También se han observado nidos en algún buzón de correos o zapatos viejos abandonados en alguna huerta.

Como ven estamos ante una de las aves más curiosas de las que podemos observar, en nuestros campos ahora en otoño e invierno. Disfruten de los petirrojos.

Juan Carlos Delgado Expósito

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