Ayer, mientras remataba el artículo para enviarlo, me sucedió algo peor que lo del ratón, pues al levantar la vista

Ayer, mientras remataba el artículo para enviarlo, me sucedió algo peor que lo del ratón, pues al levantar la vista

Ayer, mientras remataba el artículo para enviarlo, me sucedió algo peor que lo del ratón, pues al levantar la vista resultó que había una vaca.

Al poco tiempo, eran veinte vacas, rodeando el lugar donde escribo. Tras hacer rápidamente unas fotos desde arriba,porque la situación parecía de mentira, bajé y me encontré la manada de vacas a mi alrededor, lo cual, francamente, me dió casi tanto pánico como al torero mejicano que salió huyendo, pues de cerca, una vaca nos supera en altura.

Como si de la senda de los elefantes se tratara, todas las vacas del campo de al lado, derribaron mi cierre, y una tras otra fueron entrando sin que nada ni nadie pudiera detenerlas. La velocidad a la que se pusieron a comer mis azaleas de las macetas, los laureles, los cerezos de aves llenos de fruta, la hierba del suelo… menos mal que la huerta estaba cerrada.

Gracias a Dios vinieron mis vecinos a ayudarme, y entre varios las condujimos al pasto de donde habían huído, se conoce, que por sed y por falta de agua. Nunca había tenido tan cerca tantas vacas. Lo que más me llamó la atención fue el ruido que hacen cuando siegan y arrancan la hierba, florecida hoy de tréboles y de llantenes que daban las semillas tranquilamente, hasta que entraron las vacas.

Todavía hoy, mientras escribo, desde aquí no les quito ojo por si acaso.

Gracias a todos por participar en esta web de Naturaleza,

Mónica Fernández-Aceytuno

A las 15:48 del 22-6-2010

El artículo de republica.es que estaba escribiendo ayer…EL TRANSBORDADOR

FLORES DE LA SANDÍA, POLINIZADAS POR ABEJAS por José Manuel Guerra Sanz

CÁMARAS SUBMARINAS EN EL MEDITERRÁNEO EMITIENDO EN DIRECTO

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