Teo Lucas, de Balfin, es el autor de esta impresionante imagen de una hembra de calderón tropical con su cría sin vida.

Teo Lucas, de Balfin, es el autor de esta impresionante imagen de una hembra de calderón tropical con su cría sin vida.

Teo Lucas, de Balfin, es el autor de esta impresionante imagen de una hembra de calderón tropical con su cría sin vida.

LEER MÁS DEL CALDERÓN TROPICAL CON SU CRÍA SIN VIDA, POR LA ASOCIACIÓN BALFIN

Me habría encantado poder disponer también de una fotografía del tiburón peregrino, tan grande que este gran calderón tropical se queda pequeño.

Vengo pensando en los peregrinos porque hace unos días apareció uno donde suelo ir a pescar con mi marido. Me recordó una anécdota que me contaron sobre un biólogo alemán que residió en Escocia y que decía que los tiburones peregrinos tenían la costumbre de rascarse el lomo contra la obra viva de las embarcaciones, como hacen las ovejas al pasar por las fachadas de los pueblos, “con gran susto por parte de los pescadores aficionados”.

Exceptuando el peligro de un encontronazo, este tiburón que día y noche lleva la boca abierta, es en principio inofensivo porque tiene unos dientes diminutos y se alimenta de plancton. Aún así, no estoy segura de querer encontrármelo ahora que ha despertado tras el invierno.

Gracias a todos por vuestra participación en esta web de Naturaleza,

Mónica Fernández-Aceytuno

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FOTO: Calderón Tropical con su cría sin vida.

AUTOR: Teo Lucas.

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Y más información escrita en su día sobre el Peregrino:

“Como es un tiburón, tiene aberturas branquiales sin opérculo, pero los dientes diminutos. En realidad el peregrino es todo arcos branquiales, tan altos y tan grandes que casi le rodean la cabeza y le dan un aspecto de señora que lleva puesto un collar de perlas de cinco vueltas alrededor del cuello. Tienen en todo momento la boca abierta, de noche y de día, y el mar le entra por la boca, y le sale por las branquias, es decir, se alimenta al mismo tiempo que respira o, según se mire, respira mientras se alimenta; CADA TIBURÓN PEREGRINO, EN UNA HORA Y A DOS NUDOS DE VELOCIDAD, SE BEBE MIL QUINIENTAS TONELADAS DE MAR PARA COLAR EL PLANCTON.”

LEER MÁS: UN TIBURÓN SE BEBE EL MAR

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