Buenos días desde Galicia. Recupero hoy unas fotos que hice…
Envero
Una de las cosas que más rabia me ha dado al tener que regresar, ha sido dejar la parra mientras comenzaban las uvas su envero, que es el oscurecimiento de los frutos con los días.
Me tendría que haber quedado al menos hasta la vendimia, o cuando hubieran salido unas flores que llaman septembrinas y que salen con el sol de otoño.
Haber esperado a que madurasen las castañas, para asarlas.
O a ver la otoñada en los pastos con sus hilos de la Virgen, ese telar de las arañas.
Tenía, en fin, que haberme quedado, pero estoy aquí, sabiendo que todo sucederá igualmente, aunque yo no esté para verlo.
Saludos,
Mónica
¡Ay Mónica, con qué delicadeza transformas en palabras los sentimientos que te produce observar la Naturaleza!
Gracias por este maravilloso reflejo del campo en septiembre, cuando el verano da sus últimos coletazos y asoma tímidamente el otoño.
Qué bonito blog, acabo de descubrirlo. Enhorabuena.
Te seguiré con mucho gusto.
Muchas gracias por vuestros comentarios. ¡Saludos!