CORRELIMOS

EL CORRELIMOS VA DELANTE DE LAS BOTAS

Ayer por la mañana, con un viento ligero del norte y el cielo despejado, un bando de correlimos siguió el ritmo del mar y de las olas; informa, desde la ría asturiana de Villaviciosa, Juan Luis Jurado, director de esta reserva.

El correlimos común- Calidris alpina– es pardo, más pequeño que un mirlo y sobre el limo y la arena recién descubiertos de agua deja, al comer, la huella del pico, y la de las patas, que parecen señalar cuatro direcciones distintas. Se alimenta sólo en la arena que el agua deja al aire, donde encuentra, entre otras cosas, gusanos que se usan para cebo. Por eso persigue el corrrelimos la marea mientras baja y mientras sube, por eso come y descansa al ritmo de las mareas. En Villaviciosa hay una zona al principio de la ría donde se les puede ver durante la pleamar, sobre el suelo, o sobre una pata, esperando que la luna se lleve otra vez el agua.

Y teme más al mar que al hombre. Porque si llega una ola mientras comen, vuela todo el bando de correllimos, todos de acuerdo, y todos hacen el mismo quiebro, como si hubieran visto la misma esquina al aire. Pero cualquiera podrá pasear hoy por la arena mojada, y llevar delante correlimos que no emprenden el vuelo hasta el final de la playa, casi rozando las botas.

Mónica Fernández-Aceytuno

ABC, Sábado 7-11-1998

Fondo de Artículos

de la Naturaleza de

www.aceytuno.com

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