Lo único que me consuela de haber regresado del Congo…
Bonobos
Aunque ya os había enseñado alguna de las fotos que realicé durante nuestra visita a la maravillosa reserva Lola Ya Bonobos, he querido hoy mostraros algunas más, ya que espero que os pase como a mí, que no me canso de verlas.
Ayer, además, acudimos a la Galería Blanca Berlín, en la calle Limón de Madrid, para ver la magnífica exposición titulada “Álbum de familia” de esa gran artista de la fotografía que es Isabel Muñoz. Si estáis por Madrid os recomiendo que no os perdáis esta exposición porque cada fotografía suya es una obra de arte.
La manera en la que Isabel Muñoz ha captado eso que todavía nos une a los simios, y en particular, a los simios que están más próximos a nosotros, que son los bonobos (Pan paniscus), todavía me tiene pensando en ello, lo cual me ha llevado a repasar las imágenes que pude realizar y en particular las de esta madre con su cría, cuya relación me pareció que no distaba nada de la ternura de la maternidad humana.
Hasta en esa expresión de paciencia de la madre mientras la cría, en su regazo, no paraba; esa mirada de infinita felicidad y de cansancio al mismo tiempo, que es ser madre, me pareció verla perfectamente en esta hembra de bonobo.
Se calcula que quedan en todo el mundo entre 10.000 y 20.000 bonobos viviendo todavía silvestres al sur del río Congo, en las selvas húmedas de la República Democrática del Congo.
No quiero ni pensar que pudieran desaparecer.
La labor de Claudine André con los bonobos, a quien tuve la suerte de saludar, quiero reflejarla en un artículo. Así como también el trabajo de Isabel Muñoz.
No dejo de escribir desde que volví del Congo, ya que ha sido, y sigue siendo este viaje al Congo, el mejor viaje de mi vida.
Espero que me disculpéis por no haber conseguido regresar todavía.
Un fuerte abrazo para todos,
Mónica