Dicho del color rojizo y amarillento como el de los…
ansar.
m. Ansar común o ganso (Anser anser), el mayor de los gansos de la península ibérica con un plumaje en su mayoría de tonos pardos con la cabeza y el cuello gris ceniza y el vientre blanco. El pico es fuerte y robusto de color anranjado o rosado, las patas de color rosa. A pesar de su aparente pesadez puede volar muy rápido y casi siempre en grupo formando bandadas en “V”, siendo muy gregarios en las zonas de invernada donde se juntan en los comederos y dormideros durante el crepúsculo. La cría la realiza en el suelo sobre un nido hecho de vegetación y plumón que se arranca la hembra para dar calor a una puesta que oscila de cuatro a seis huevos de un color blanco cremoso para ser incubados durante 27 días por la hembra. Vive en zonas de vegetación palustre densa pero siempre cerca de praderas y marismas aunque en invierno frecuenta zonas abiertas y de vegetación ligada a las aguas someras, visitando los campos de cereales para buscar alimento, pudiendo ingerir arena para digerir el alimento. Tiene un graznido muy sonoro que emiten tanto en el suelo como en vuelo, pudiéndose oír en ocasiones desde tierra. No cría en España pero es muy abundante durante el invierno.
La luna estuvo llena el pasado viernes y su luz en la noche fue tanta como la que dan 12 lunas en cuarto creciente o 12 en cuarto menguante. Su imagen, colmada de luz, dio la vuelta al mundo mientras, a la vez, giraba sobre su ombligo. Por eso, durante toda la noche, tuvo la misma cara. Mientras, en las lagunas de Villafáfila, en Zamora, los ánsares despegaban del suelo. Aquí descansan y pastan antes de continuar su viaje hacia Noruega. Otros se dirigen a países como Holanda, Polonia o Dinamarca para criar y se ha comprobado recientemente que los gansos que realizan paradas en Villafáfila producen más pollos que los que no lo hacen. De ahí la importancia de lagunas como éstas, o como las de la Nava, en Palencia. Emprenden un vuelo ligero, a pesar de la aparente pesadez de los gansos. Casi 400 kilómetros recorrieron en la noche. La Luna, medio cielo: de Este a Oeste. En algún lugar se encontraron para formar parte de esa otra realidad que nunca se cuenta. Tan hermosa y tan verdad que parece mentira. Como la Luna.
Mónica Fernández-Aceytuno
Cambio 16, marzo 1994