La primavera ha venido. Ya está en plena floración, espléndida por cierto, el cercis que mi hijo Pedro plantó hace casi cuarenta años. Ya sabes que se llama el árbol del amor por sus hojas acorazonadas y por la extraordinaria capacidad que tiene para echar yemas de flor hasta en la madera de su tronco. Otros nombres, como el de árbol de Judas (segun la leyenda fue el elegido por el apóstol infiel para ahorcarse), me gustan menos y no concibo que en aquella primavera de hace dos mil y pico de años un suicida eligiera un árbol tan florido para colgarse.
Un abrazo. Joaquín
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Hoy pasé por delante, otra vez, de la casa del poeta Eduardo Pondal y volvería a escribir lo mismo que escribí hace años. La foto es nueva, de hoy mismo. Las flores tienen millones de años.
Aceytuno del jueves 28-3-2013
Ahora que por vez primera diviso los plátanos de paseo por encima de sus copas desde mi terraza, me he dado cuenta de que tienen hoy lo que, de lejos, parecen cerezas.
MF-A
Garcilla bueyera
Cristóbal
Joaquín