Para quien no viera la semana pasada los atunes listados…
Los sebadales
Lo que más me ha llamado la atención de las tortugas verdes africanas que acuden a los sebadales canarios para alimentarse son, precisamente, esas praderas submarinas que se mecen con el agua como el trigo verde con el viento.
Porque son verdaderas plantas, con sus frutos y sus flores, al igual que las llamadas algas de lo vidrieros, o Posidonias, que se mecen de la misma manera y que también tuvieron un pasado terrestre.
¿No es curioso?
Yo recuerdo a estas plantas de cuando era niña, aovilladas los nervios de sus hojas en la orilla, formando unas bolas pardas llenas de arena que llegaban cuando soplaba el viento de levante en Calpe, y la orilla se llenaba de hojas acintadas que terminaban por volverse negras.
La gente decía que eran algas.
Pero son plantas verdaderas, como estas sebas entre las que, cuando veáis este microdocumental de 90 segundos que se emitió ayer en “La Noche en 24 horas” de TVE, hay tantos peces como pájaros en un bosque.
Un fuerte abrazo para todos,
Mónica
Lo que está pasando es que las tortugas verdes africanas
ayudadas por las corrientes marinas,
alcanzan las áreas de forrajeo que
son los sebadales canarios.
Las sebas, no son algas
sino plantas verdaderas que dan flores y dan frutos
y raíces que agarran la arena como si fuera tierra.
Los orígenes de las tortugas marinas es tan terrestre como el de estas praderas donde nadan los peces igual que los pájaros en un bosque.
Sebadales donde se asientan multitud de especies,
también algas de frondes anchos,
gracias a esas pioneras de los fondos marinos que son las sebas.
Si la tortuga verde no echa también aquí raíces
es porque debe regresar para la reproducción
a su playa del África tropical.
Mónica Fernández-Aceytuno