UN MISMO FLUIR

ACTUALIDAD NATURAL

MÓNICA FERNÁNDEZ-ACEYTUNO

ABC, Lunes 8-1-2001

UN MISMO FLUIR

Soplan desde hace varios días, a diez kilómetros de altura sobre la Tierra, tres corrientes de chorro que empujan a los aviones que vuelan de Oeste a Este, sobre el Atlántico, y los hacen llegar con dos horas de adelanto a su destino.

En sentido contrario, las corrientes marinas están llevando hacia las playas tropicales un rebaño interminable de carabelas azules -Physalia physalis-, unas colonias de pólipos distintos cuyos filamentos alcanzan medio metro de largo bajo el agua y que, a falta de un mecanismo para avanzar en el mar, navegan al impulso de un sóla vela azul y de un único flotador lleno de aire que, de lejos, parece el barco perdido de un niño. Ya por el agua dulce del Bidasoa, los salmones más rezagados subirán desde el mar con la luna llena de mañana, me cuenta Eugenio Retuerto y, sin embargo, en las dehesas extremeñas, no habrá quien ponga en pie a los alcornoques centenarios que han caído de tanta agua como ha corrido entre sus raíces, asegura Sabas Molina, mientras las bellotas germinan ya bajo sus ramas queriendo la vida, que es toda un mismo fluir.

Pero nadie sabe adónde iremos en este siglo, si el viento hará más difícil la vida o si, esta vez sí, la corriente nos llevará a esa playa de arenas blancas que ya no esperamos.

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