LUGAR DE LA VIDA
NIÑOS DESPIERTOS
MÓNICA FÉRNANDEZ-ACEYTUNO
BLANCO Y NEGRO, ABRIL 99
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MÓNICA FÉRNANDEZ-ACEYTUNO
BLANCO Y NEGRO, ABRIL 99
UNA ORCA FRENTE AL CABO DE GATA
Frente al cabo de Gata, a treinta y cinco millas de la costa, una orca, por cuya aleta se veía que era un macho, pasó nadando hacia el estrecho; informó ayer, a bordo del “Cornide de Saavedra”, Luis Gil de Sola, jefe de la campaña que el Instituto Español de Oceanografía realiza estos días desde el estrecho de Gibraltar, hasta el cabo de Creus.
Ayer, a primera hora de la tarde, navegaban ya frente al cabo de Palos, con un poniente fresquito, y con la esperanza de que el viento no rolara más porque la previsión era de temporal para la noche. Hoy estarán en Alicante. Y seguirán con su control de aves y de mamíferos marinos, y de especies como la merluza, el salmonete o el pulpo, cuyos índices de abundancia se mantienen con respecto a otros años. Han visto atunes, delfines, peces espada y marrajos; y también a esa orca nadando por el Mediterráneo, ese ejemplar macho que puede alcanzar los diez metros de longitud y que se distingue de las hembras, mucho más pequeñas, por la forma triangular de su aleta dorsal, cuya altura sobre el agua puede alcanzar los dos metros.
Pero esta orca del cabo de Gata, al no tener un nombre propio, por vivir en el mar y no en el cine, es , como si no existiera.
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