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Cuando vean un abejaruco, como éste fotografíado la semana pasada por Pilar de Cáceres, observen el pico, porque puede variar de tamaño ya que

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Cuando vean un abejaruco, como éste fotografíado la semana pasada por Pilar de Cáceres, observen el pico, porque puede variar de tamaño ya que pierden casi la mitad con la excavación del túnel.

Los abejarucos excavan en los taludes de los ríos y las terreras, unas madrigueras o túneles de hasta dos metros y medio de profundidad, incluso alguno llega a medir cinco metros, y tiene que ser este túnel recto para que, desde el fondo, donde está el nido, se pueda ver el cielo.

A pesar de elegir terraplenes blandos, el pico se gasta con el trabajo, pero antes de regresar a África, completada ya la puesta y la ceba,les vuelve a crecer el pico.

Feliz día,

Mónica Fernández-Aceytuno

P.S. PINCHE AQUÍ para vez el precioso video que Diego Peinazo Amo ha grabado del abejaruco junto al río Guadalquivir.