FOTO Y CRÓNICA DE JUAN CARLOS DELGADO EXPÓSITO SOBRE EL SAÚCO

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FLORECE EL SAÚCO

El fin de semana se presenta algo desapacible, cielos cubiertos a ratos, algo de truenos y chubascos más bien dispersos por la zona. Pero la naturaleza sigue su curso, parece no importarle lo que haga el tiempo, a mi tampoco me importe especialmente lo que haga el tiempo, esto es algo normal, estamos en primavera y esta estación es eso: sol, nubes, agua, frío, calor. Por aquí se dice que el tiempo que hace en su tiempo, no es mal tiempo. A pesar de todo esta mañana, como cada mañana, me despierto con la mezcolanza de cantos de varias aves, los mirlos que son los primeros en emitir sus melodías, los gorriones con sus barullos y los verdecillos con sus trinos desde lo alto de los olmos, que se encuentran frente a mi casa.

En una carretera secundaria me encuentro a un erizo atropellado, son muy numerosas las muertes en esta época de esta simpático mamífero, y en una alberca de aguas cristalinas numerosos renacuajos de sapo de espuelas, enormes, flotan en la superficie “hozando” con su morro las paredes de su gran acuario natural.

Ya en el campo un árbol, más bien arbolillo, me enseña sus racimos de flores blancas y perfumadas, es el saúco (Sambucus nigra). No es muy abundante por aquí por las sierras del Sur, pero esos pocos que hay me gusta visitarlos cada año, en primavera y en otoño, o cuando se tercie.

Este árbol tiene escasos usos por la zona, por no decir ninguno, solo una señora me cuenta que fabrica una pomada con las flores pero no he conseguido por ahora más información.

Es muy abundante la información sobre el saúco, Ignacio Abella en su libro La Magia de los árboles, nos ofrece un gran repertorio de usos y creencias sobre este árbol. Nos cuenta, por ejemplo, que en Asturias y en el mundo Anglosajón, quemar madera de esta árbol está considerado un sacrilegio. De sus flores nos dice que se pueden consumir cocidas o rebozadas y fritas. A mi particularmente me gustan más al natural, como las que estoy observando y oliendo en esta mañana de mayo. Que ustedes lo pasen bien.

Juan Carlos Delgado Expósito

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