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Estimada Mónica:

LA PALOMA TORCAZ

“Quien se fue a Sevilla perdió su….” y precisamente a la vuelta de aquella
ciudad,cuando salí a mi pequeño jardín, vi en el suelo varios palitos debajo

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Estimada Mónica:

LA PALOMA TORCAZ

“Quien se fue a Sevilla perdió su….” y precisamente a la vuelta de aquella

ciudad,cuando salí a mi pequeño jardín, vi en el suelo varios palitos debajo

de una encina no muy grande, no más largos de 20 centímetros, finos y flexibles.

Instintivamente levanté la vista con cuidado porque me estaba imaginando lo

que era, comprobé el contorno de una sombra desde donde asomaba la cola de

una Torcaz.

En nuestra ausencia una pareja de Torcaces que ya venía merodeando por aquí,

aprovecharon la ocasión y pensando que sólo tenían siete días, mientras

redoblaban los tambores y toques de corneta en Sevilla, se apresuraron para

hacer el nido y la puesta. Comprobando el número de palitos que había en el

suelo, más los que componían el nido, calculé que habían transportado más de

ciento cincuenta ramitas.

Las Palomas en general, me refiero a las que hacen sus nidos en árboles, no

son como ya he comentado en ocasiones, arquitectos perfeccionistas de su

vivienda, también las Urracas, Grajillas, Tórtolas etc.. a la hora de las

construcciones son muy estrafalarias.

Esto me recuerda que en una ocasión en la provincia de Cáceres, una Cigüeña

transportaba en su pico una sábana, sin los nudos, sin forma de bolsa de

niño que viene de Paris, sino que la había robado en alguna pradera donde su

dueña la dejó para secarla al sol. Como he referido, la llevaba por el aire

para acomodarla al nido en alguna torre de la ciudad. Los nidos de las

Cigüeñas son bastante desgarbados, un montón de leña y basta. Ahora bien,

tienen la ventaja de que en los huecos de esas torres de ramas, anidan los

Gorriones y otras aves. Yo creo que lo alquilan para disfrutar del canto y

del guirigay que estos producen al amanecer para quitarles el aburrimiento

(como ostras) que tienen. Ellas para distraerse sólo palmetean con su pico

como si fueran dos tablas o una carraca de feria. A mi me da pena cuando las

veo en pie sobre una sola pata como si les hubiese estallado una mina en una

guerra. Además, soportar las campanadas día y noche debe ser un tormento. No

digo nada a la hora de tener descendencia. ¡Vaya galimatías·! Es lógico

que estén tan aburridas.

Esta referencia que hago de los nidos es por la primorosa confección que

hacen otras aves, como los Jilgueros, Verderones e incluso aquellos

Tejedores de África, que llenan los árboles de nidos como si fueran

chirimoyas o colgantes de feria de los pueblos.

Hay que reconocer que

algunos pájaros como las mismas torcaces, son poco delicadas hasta para

comer, pues se tragan las bellotas con cáscara y para poder hacer la

digestión se tienen que inflar de piedrecitas que trituran los alimentos

que han tomado. No digo nada de los Sisones que tienen estómago como el de

las ovejas, es decir, no tienen molleja.

Volviendo a mis vecinas las Torcaces, quiero aclarar que su instinto de

conservación y acercamiento al ser humano como protector es increíble. La

Torcaz es la más salvaje e indómita de las Palomas, en el campo no permite

que te acerques a ella, es casi imposible de domesticar. Como todas las

Palomas Torcaces emigran de Europa a África para invernar, aunque algunas de

ellas se adaptan a las ciudades de España para anidar y criar, aprovechando

zonas residenciales con arboleda para huir de los depredadores de sus crías.

Esto me recuerda algunos casos en que los animales se acercan a la bulla de

la gente para estar más seguros. Recuerdo que una vez una liebre seguida por

unos Galgos, asediada por la persecución de los canes, vino a refugiarse a

nuestros pies. Un día de tormenta una Gata recién parida subió sobre la cama

a cada una de sus crías para ponerlas a salvo, porque sabía que la ramblas

se desbordaban exageradamente. Así como mi Perrita que no se despega de su

ama un segundo ni de noche ni de día, cuando oye los truenos o petardos de

las fiestas, viene a cobijarse debajo de mí, olvida a su ama y piensa que

éste que habla más fuerte y es más grande, le da mas seguridad y le va a

proteger mejor. Por tanto, es el único motivo que tiene para acercarse a

mi, o también cuando quiere una galleta, de marca claro. ¡Qué interés!,

Termino comentando de mis Torcaces a pesar de haberse aprovechado de

nuestra ausencia y ser ocupas de la encina. Cuando me asomo a la ventana al

amanecer veo al galán de la pareja sobre la chimenea de la casa de enfrente

mirando su nido sin decir pío, mientras su pareja incuba a los

descendientes, atento a cualquier requerimiento, un día y otro, esperando

sin prisa, sin esperar nada a cambio y ella mientras,va rotando a cada

ratito su cuerpo dentro del nido para transmitir calor uniforme a sus

descendientes. ¿Es eso instinto o algo más?, pero sea lo que sea ¿no está

lleno de ternura y encanto?

Mi Paloma tan escamona y yo, nos vamos entendiendo con la mirada. Yo desde

la ventana y ella desde su nido, casi nos hemos hecho amigos e intenta darme

las gracias para que no me entrometa y le permita seguir incubando día y

noche. Aún no la he visto salir del nido.¡Qué paciencia!

Los ejemplos de la naturaleza en seres irracionales, son para tomar nota.

Nuestras leyes sobre la vida y la muerte nos les interesan. La entrega por

los suyos es digna de admiración. Son felices desde los tiempos, cogiendo

palitos para anidar, con frío, lluvia o calor, generosamente y en silencio.

¡Qué maravilla!.

Un cordial saludo,

Jerónimo

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