Para adivinar la hora mi madre soplaba tantas veces como fuera necesario para que los frutos se fueran volando.
Joaquín
Joaquín
Es un contraste precioso, este de las plumas del dorso con las del pecho, mientras busca alimento entre las algas que tienen, al sol, sobre la roca, el mismo verde seco de sus patas, plumas y pico.
Feliz tarde y hasta mañana,
Mónica Fernández-Aceytuno
No lo había visto jamás, hasta esta tarde, el verde arenoso de las plumas, el pico y las patas del andarríos chico, y lo blanco que es por debajo.