Empieza la primavera a las 18:32 hora peninsular, lo cual quiere decir que hay doce horas de luz y doce de oscuridad en cualquier lugar de la Tierra.

En invierno el campo duerme y sueñan las chimeneas.
Mónica Fernández-Aceytuno
Justo tras el rayo de una tímida tormenta, he venido a darme cuenta de que los fringílidos, entre los que había jilgueros, se ponen mirando al viento sobre las ramas, desafiando, en su pequeñez, al temporal que a rachas llega.
En invierno el campo duerme y sueñan las chimeneas.
Buen sábado,
Mónica
Mónica Fernández-Aceytuno