Ahora mientras escribo esta crónica, lo tengo cerca de mi, esperando a que sea trasladado a un centro de recuperación, y me mira con sus bellos ojos anaranjados. (Crónica de Juan Carlos Delgado Expósito desde Fregenal de la Sierra)

Como almohadas verdes sobre la piedra, eran estos musgos cuyo nombre se mi vino a la cabeza mientras observaba la maravilla de sus esporófitos rojizos.
Mónica Fernández-Aceytuno
Como almohadas verdes sobre la piedra, eran estos musgos cuyo nombre, Polytrichum, aunque quizás esté equivocada, se mi vino a la cabeza mientras observaba la maravilla de sus esporófitos, sus setas rojizas rematadas por la cápsula.
La última vez que vine a El Escorial, fue cuando todavía estudiaba, aunque creo que no he dejado de hacerlo, y vinimos precisamente a recolectar muestras de musgos para un herbario. Entre los nombres de géneros que aún tengo en la cabeza, están Polytrichum, Bryum, y Tortula, Tortula muralis.
Me encantó verlos con su bosque esporófitos, que son esa suerte de setas o cerdas rematadas por unos sacos, las cápsulas que contienen las esporas tapadas por la caliptra o cofia.
¡Cuántas palabras olvidadas! Todas ellas, van ya para nuestro diccionario de la Naturaleza, además de arlo, escrito por María Luisa, y pestosica, por Ramón Guillermo, entre otros términos que redacté de madrugada.
Gracias a todos por participar en aceytuno.com
Buen día,
Mónica
Mónica Fernández-Aceytuno