La cordillera de los Andes tiene estos días el rojo de Marte y unas salpicaduras de nieve en las cumbres como si Pollock le hubiera echado unos brochazos. MF-A
FOTO: El Aviador Enmascarado
FOTO: El Aviador Enmascarado
Entre las fotos subacuáticas que saqué hace unos días, quería enseñaros esta de una Actinia equina que está en la zona de rocas que cubre y descubre la marea, de tal manera que cuando se queda sin agua, se repliega sobre sí misma, adquiriendo el aspecto de un tomate por lo que a este cnidario se le llama vulgarmente también así: tomate, además de chupasangre por el intenso color rojo.
Observé, además, que aunque ligeramente apartada, ya que las actíneas o anémonas de mar suelen ser por aquí solitarias, había otra exactamente igual pero en verde y los científicos andan discutiendo si es o no la misma especie, aunque el número de tentáculos de la roja, según figura en la Wikipedia, es de 192, y de 124 en la actinia verde, cuyo tamaño también es menor.
Os dejo aquí una fotografía de ambas durante la bajamar para apreciar las diferencias.
Lo que sí está claro es que son mucho más abundantes las rojas, pues es la primera vez que observo una Actinia equina verde.
Una y otra se despliega como una flor bajo el agua, y se marchita sin ella.
¿Y vosotros? ¿Qué estáis observando? Ya sabéis que de lo que aquí se trata es de ver la Naturaleza entre todos.
Buen día,
Mónica
FOTO: Actinia equina (Agosto, 2013)
AUTORA:Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno