La realidad empieza con un sueño.

Mónica Fernández-Aceytuno

La realidad empieza con un sueño.

Mónica Fernández-Aceytuno

Esta foto es de hace tres días, navegando al atardecer, mientras venía de pensar que por mucho mundo que veamos, nos quedamos casi siempre en la supeficie, abarcando de la tierra al cielo, pero perdiéndonos todo lo que está sumergido.

Me apetece muchísimo empezar a bucear, aunque sólo sea en las rocas del acantilado, y llevar una de esas cámaras que sacan fotos bajo el agua, para traer aquí lo que vaya observando.

De momento, ni siquiera tengo cámara, pero he comenzado a soñar con ella.

Y la realidad empieza con un sueño.

Buen día,

Mónica

En la T-4 de Barajas, junto a los mostradores de facturación, hay tres esculturas enormes que son tres damas: “La soñadora”, “La coqueta” y “La realista”. Yo me tropecé el otro día solo con la última, una escultura de bronce grande como la cabeza de una mujer y un mundo, firmada por el escultor Manuel Valdés, con unas letras a sus pies de Mario Vargas-Llosa que parecían un poema, por ese peso que tienen las palabras solo en las lápidas y en los versos. La realista. “Sólo existe lo/ que piso, miro/ siento y toco:/ la lluvia que/ nos moja/ los perros que/ nos huelen/ y los apresurados/ transeúntes”Leer más del Fondo de Artículos LA REALIDAD

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Aquel pez tenía el fondo del mar dibujado en el lomo. Era un día frío de verano. Salimos por la mañana del puerto de Aguete, en Pontevedra, como se sale siempre al mar, sin saber muy bien qué va pasar. El mar es siempre nuevo. Ese día el mar era gris, de un gris de estaño, como el día, de nubes tan bajas y tan grises que el agua tenía el color de la nube, y la nube tenía el color del agua. En el horizonte, todo era lo mismoLeer más del Fondo de Artículos EL EQUILIBRIO

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