Me he encontrado con este término, atalayar, buscando un olivo para ilustrar el sonido de las chicharras que vengo oyendo toda la mañana.

Mónica Fernández-Aceytuno

Me he encontrado con este término, atalayar, buscando un olivo para ilustrar el sonido de las chicharras que vengo oyendo toda la mañana.

Mónica Fernández-Aceytuno

Me he encontrado con este término, atalayar, buscando un olivo para ilustrar el sonido de las chicharras que vengo oyendo toda la mañana.

Como no hacía mucho calor, me fui temprano caminando hacia El Rastro, ahora vacías las jaulas, menos mal, de pájaros, y durante todo el camino me he dado cuenta de que había “chicharras” estridulando, algunas en los almeces que asoman por encima de las rejas del Jardín Botánico de Madrid, y otras, más chillonas, sobre los troncos de los plátanos de paseo y cuyo sonido era tan metálico y fuerte que se oía sin problemas entre el tráfago de los coches.

Recordé lo que había escrito hace tiempo, que cada árbol tenía su cigarra, como el olivo la especie Cicada orni.

Y sobre este olivo de Agrigento, me he encontrado la palabra atalayar, que acabo de incluir en el diccionario de la Naturaleza con otras sugeridas por vosotros: somorgujar, caliginoso, acollar, renuevo y mergo, entre otras.

Muchísimas gracias por participar en aceytuno.com,

Mónica

Para quien jamás vió u oyó una “chicharra” sobre un plátano de paseo puede pinchar aquí, pues Pilar López tiene una habilidad especial para encontrar, fotografiar y grabar con su cámara todo lo que está vivo. Sabe escuchar. Y sabe mirar.

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