9:18h Amanece completamente despejado, aunque yo no veo más que un trozo de cielo y las ramas de un ciruelo japonés, que es lo que se ve desde mi cama, de donde no puedo salir porque estoy baldada por las medicinas.
Me encantó ver desde el tren Sierra Morena con sus alcornocales y sus encinas y sus charcas oscuras cubiertas de flores tan blancas como la pared encalada de un cortijo.
Mónica Fernández-Aceytuno
Me encantó ver desde el tren Sierra Morena con sus alcornocales y sus encinas y sus charcas oscuras cubiertas de flores tan blancas como la pared encalada de un cortijo.
Tal y como ya viera en una dehesa de Toledo hace unos días, tenían el mismo contraste de verdes y de agua oscura, con las flores blancas flotando, y las nubes, también muy blancas por arriba, y grises por debajo, sobre un cielo que parecía recién nacido, cubriendo una tierra muy vieja renovada, de un verde claro las encinas y los alcornocales, tras las lluvias del invierno.
Qué diferentes a los alcornocales amarillos de hace unos años por estas fechas en Extremadura…
Quien vaya a Extremadura verá los alcornoques amarillos y, en su sombra, una parvada de hojas, muy llamativa, tapizando el suelo…Leer más del Fondo de Artículos ALCORNOQUES AMARILLOS
Mi afectuoso saludo y hasta mañana,
Mónica Fernández-Aceytuno
FOTO: Desde el tren, a 250 kilómetros por hora, pasando por Sierra Morena (Abril, 2013)
AUTORA: MF-A

Mónica Fernández-Aceytuno