Cuando yo era mocito recuerdo aquellas canciones tipo habanera que decían:
Aunque sus ojos disponen de córnea y cristalino parece ser que no son capaces de distinguir imágenes, únicamente diferencian la intensidad y la dirección de la luz.
Aún inciden en este caracol los rayos del sol poniente. La tibieza del día y la humedad del ambiente propiciada por la lluvia caída unas horas antes, le hicieron abandonar su refugio y adentrarse en la vegetación para disfrutar de la suculenta y jugosa comida que el campo le ofrecía, pues es un animal herbívoro.
En la fotografía aparece abrazado con su pie a una rama mientras come una hoja. Para ello dispone de una estructura bucal denominada rádula, una cinta provista de numerosos dientes y que descansa sobre una pieza que recibe el nombre de odontóforo. Sobre él y gracias a la acción de varios músculos, la cinta puede deslizarse hacia delante y hacia atrás actuando como un órgano raspador. Así que cuando adelanta su rádula, arranca con los primeros dientes las partículas de alimento y luego las lleva hacia atrás y las mezcla con saliva para que pasen suavemente al esófago.
En la cabeza los dos tentáculos más cortos son receptores táctiles y químicos, y están dirigidos hacia abajo que es donde tiene el alimento. Los otros dos tentáculos, más largos, llevan los ojos. Como se puede ver, uno está dirigido hacia arriba y el otro hacia mi persona ¡por si acaso!
Aunque sus ojos disponen de córnea y cristalino parece ser que no son capaces de distinguir imágenes, únicamente diferencian la intensidad y la dirección de la luz.
Isabel F. Bernaldo de Quirós
Helix aspersa es un molusco gasterópodo pulmonado.