En la imagen, dos ejemplares de Nezara viridula o Chinche verde (o pestosicas, como la conocemos en mi ciudad).
Ramón Guillermo
Ramón Guillermo
Al estar la luz en todas partes, todo puede ser de pronto algo muy valioso aunque no esté en el más hermoso de los paisajes; es suficiente con que uno de los dedos del sol señale un instante un mirlo en un abeto, o una fuente del parque.
Naturaleza en ABC
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La vida se enreda con poca mate-
ria. Una luz. Un olor. El canto del
mirlo en el aire lavado con lluvia
que, si llegas a tener, y se va, te falta
tanto, que el resto de la vida es un
plantar madreselvas para que vuelvan
los mirlos.
Y allí donde hay alguien que pone a
crecer una hiedra, un seto de arizóni-
cas, o una madreselva, aunque no pien-
se en los mirlos, aunque ni siquiera se-
pa cómo es su canto, con el solo moti-
vo, tal vez, de no ver, ni ser visto por
sus vecinos; se encuentra, al cabo de
<br>unos años, observado con la mirada os-
cura de los mirlos, cuyos ojos tienen al-
rededor un anillo. Naranja. De un na-
ranja tan iluminado como el del pico y
que destaca en un pájaro que, cuando
cruza de la hiedra a la madreselva, pa-
rece un chispazo de plumas negras…Leer más de mi artículo EL MIRLO BLANCO
Mi afectuoso saludo,
Mónica Fernández-Aceytuno
#DiccionariodelaNaturaleza
FOTO: Mirlo macho (Turdus merula) el 23-1-2012
AUTORA: MF-A
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MF-A