Cuando mi hijo Guillermo tenía caballos, dos de los cuales nacieron en casa, había que comprarles de vez en cuando una piedra de sal.

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Cuando mi hijo Guillermo tenía caballos, dos de los cuales nacieron en casa, había que comprarles de vez en cuando una piedra de sal que pesaba muchísimo. Tenía la forma de un poliedro y el color rosado de la orilla de las salinas donde vuelan los flamencos.

Me he acordado de esta piedra cuando Yzur ha sugerido para el diccionario el término “salograr” (aunque cree que seguramente se trate de salobral) que es el que nombre que ha oído en Soria para definir el lugar donde suministran la sal al ganado de monte.

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He ilustrado esta información con uno de mis videos caseros realizado desde la cuadra donde me quedaba observando a las aves que atraían los caballos, como esta preciosa bisbita cuyo nombre, para que no se pierda, irá también al diccionario de la Naturaleza.

Gracias por participar,

Mónica Fernández-Aceytuno

#DiccionarioAceytunoNaturaleza

VIDEO: Bisbita en el establo

AUTORA: MF-A