Ni siquiera se despertó cuando lo tuve en la mano.

MF-A

Ni siquiera se despertó cuando lo tuve en la mano.

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Tras varios días de pesquisas y de decidir clausurar la alacena al creer que tenía un ratón, me fui de viaje unos días y tras regresar decidí esta tarde hacer limpieza.

Al abrir las puertas y observar los rastros me di cuenta de que lo que había dentro era algo más grande que un ratón de campo, por lo que fui retirando poco a poco las cacerolas y las sartenes hasta que, tras unas tablas para los quesos apareció este lirón careto que, después de roer y arañar la madera, se puso a dormir sobre las virutas como hacen los lirones, profundamente, enroscado sobre sí mismo.

Estaba tan dormido que he podido coger al lirón sin que se despertara. Luego, al llevarlo afuera, ha abierto los ojos y se ha subido a la campana de la entrada, donde se ha quedado unos minutos dentro hasta que lo hemos capturado para soltarlo en un viejo cerezo donde seguro que encuentra algún hueco para pasar dormido el invierno.

La verdad es que son preciosos, como este lirón gris (Glis glis), también dormido, enroscado sobre sí mismo, sobre un colchón de hojas dentro de un tronco, fotografíado por Roberto Ragno.

Mi afectuoso saludo,

Mónica Fernández-Aceytuno

@aceytuno en Twitter

FOTO: Lirón Careto (Eliomys quercinus) dormido en la despensa el 29-12-2012

AUTORA:MF-A

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