La foto no es lo que parece. No, no se trata de una polilla gigante sobrevolando el muy desenfocado jardín del Prado de Sevilla.

Joaquín

La foto no es lo que parece. No, no se trata de una polilla gigante sobrevolando el muy desenfocado jardín del Prado de Sevilla.

Joaquín

La foto no es lo que parece. No, no se trata de una polilla gigante sobrevolando el muy desenfocado jardín del Prado de Sevilla. El temporal de poniente de esta noche estampó contra la ventana de mi despacho a una pobre polilla cuyo cuerpo quedó pegado al cristal. La polilla, cuyo nombre desconozco, ha sufrido los efectos de un huracán que, a escala, ha sido para ella como Sandy para los neoyorquinos.

Aprovecho para dar alguna información sobre otros detalles de la imagen. En primer término, las obras, muy avanzadas, de reposición a su estado inicial de la biblioteca que la Universidad de Sevilla pretendió construir ilegalmente en el parque. Al fondo, a la izquierda de la polilla, la cúpula de lo que en la Exposición Iberoamericana de 1929 fue el pabellón de Portugal, actualmente consulado del país luso. Un poco más a la derecha, la Torre Pelli, el polémico rascacielos construído en la Isla de la Cartuja. Más a la derecha, sobresaliendo por encima del mazacote blanco de los juzgados, la Giralda, hasta ahora la torre más alta de la ciudad.

Un abrazo. Joaquín

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