Quizás sea ésta la época del año en la que es más difícil ver la aceituna, oculta por los tallos nuevos y, además, del mismo color que sus hojas.
Joaquín
Joaquín
Hoy que escribo de la huella del jabalí en ABC, me he acordado de sus nombres.
Me los envió en una carta un lector, según el cual se puede nombrar al jabalí al menos con los siguientes sustantivos: albar, arocho, bermejo, cerdoso, guarro, guarraco, jabalín y jabalina, jabato, macareno, marranchón, marrano, navajero, primal y primalón, puerco-jabalí, rayón, secretario, solitario, suído y verraco.
Con frecuencia, en este continuo despedirse de la belleza que es la vida, quedan, imperturbables, los nombres, cuando a lo peor el animal ya ha desaparecido. Hace poco crucé por un lugar llamado Osedo e imaginé sus bosques llenos de osos. Quedan los nombres cuando ya no queda nada, y hacen que viva en la imaginación lo que falta.
(ABC, 9-5-2005)
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Gracias por participar en este lugar de la Naturaleza,
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno