El pollo que aparece en la fotografía, fue rescatado casualmente del suelo el día 10 de marzo. 

Juan Carlos Delgado Expósito

El pollo que aparece en la fotografía, fue rescatado casualmente del suelo el día 10 de marzo.

Juan Carlos Delgado Expósito

Una de las primeras aves que comienza la cría, en la Baja Extremadura, es sin duda alguna el cárabo, en Fregenal de la Sierra he podido localizar volantones en pleno mes de Enero.

El cárabo se nos puede presentar con dos tipos de coloración; una fase gris y otra de castaño oscuro, en nuestra zona de influencia y según las observaciones de las que dispongo, los ejemplares de coloración gris son los más comunes, aunque en algunos escasos avistamientos he contemplado individuos castaños.

Llaman la atención los ojos, muy grandes y con el iris de un color negro azulado. Las uñas son muy afiladas y les aseguro que penetran en la carne de manera muy efectiva; en una ocasión al recoger a un ejemplar que encontré herido, me clavó las garras de tal manera, que calo parte de mi mano.

Si observamos parte de su anatomía, las alas cortas y anchas y la cola corta, le permite maniobrar en vuelo con mucha facilidad entre las ramas y el espesor de los bosques donde pasa parte de su vida.

Es una rapaz nocturna, durante el día sólo levanta el vuelo si estamos muy cerca de ella, en ocasiones es posible llegar muy cerca de la rama o el tronco dónde se encuentra posada perfectamente camuflada. Estamos ante una de las rapaces nocturnas más musicales, el canto del cárabo se conoce como ulular y tiene varias funciones: reclamo territorial, con el que delimitan sus territorios ante la posible presencia de otros machos; reclamo de cortejo, con el que atraen a las hembras para apararse y como aviso también a las hembras de que se acerca con alimento.

Los cárabos son muy territoriales y “agresivos”, pues no dudarán en plantarle cara a gatos, perros e incluso se tienen datos de ataques a un zorro. Concretamente en Inglaterra hay una cita de un zorro que estaba bebiendo en un estanque, y fue víctima de los ataques de un cárabo. En una ocasión un naturalista inglés perdió un ojo, cuando se acercó demasiado a un nido.

Esta rapaz nocturna prefiere bosques para criar, especialmente dónde encuentre huecos para sacar adelante a su pollos, utiliza también los huecos en casas de campo y edificios en las poblaciones, en Fregenal de la Sierra existen entre dos y tres parejas, nidificando en edificios urbanos.

La alimentación del cárabo, datos de Fregenal de la Sierra, está compuesta por escarabajos, ratones, topillos y aves del tamaño del gorrión.

Los cárabos urbanos están desapareciendo como consecuencia de la restauración de edificios en los que no se respetan los huecos de nidificación y se han encontrado cárabos muertos en nuestras carreteras o enganchados en alambradas de espinos.

Juan Carlos Delgado Expósito

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