El zarcillo de la vid se enrolla sobre la rama de una tuya para elevarla hacia el cielo.

El zarcillo de la vid se enrolla sobre la rama de una tuya para elevarla hacia el cielo.

El zarcillo de la vid se enrolla sobre la rama de una tuya para elevarla hacia el cielo.

Querida Mónica:

Me ha gustado mucho tu artículo sobre Gaudí, la Sagrada Familia y la arquitectura en espiral, como queriendo imitar algunas de las estructuras de la naturaleza.

Hace unos días me llamó la atención cómo el zarcillo de la rama de una parra se enrollaba sobre la de una tuya para acercar a la planta un poco más al cielo, buscando la luz.

También hace ya algún tiempo escribí unos versos que hacían referencia a las formas espirales de la naturaleza, invisibles en ocasiones a nuestros ojos.

Hoy me atrevo a ponerlos en esta página:

“Quedará el alma entrelazada.

Enredada en espirales

de zarcillos, caracoles y tornadas.

Girando sobre el agua

como noria que nunca para.

Dando vueltas como semilla de arce

cuando el viento la lleva,

como bucle de aire

que desde el suelo se eleva.

Remolino que retorna siempre a la tierra,

pareciendo que se va

cuando en realidad se queda.

Como el caracol en la brizna,

el zarcillo en la rama

y el tornado en la nada.

Entretejida en espirales

quedará el alma entrelazada.”

Un cordial saludo.

Pilar López.

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