“Fuí a dar un corto paseo y fotografiar patos. Cuando de repente ví que esta pequeña ardilla me obsevaba, curiosa, desde bastante cerca, en su árbol.”

“Fuí a dar un corto paseo y fotografiar patos. Cuando de repente ví que esta pequeña ardilla me obsevaba, curiosa, desde bastante cerca, en su árbol.”

Buenas. Hoy es el primer día en el que hace sol y veo desde aquí algunas ramas florecidas del ciruelo. Pero seguirá lloviendo. Va a tener razón Joaquín con lo que escribe en el Tablón de los Usuarios sobre la luna “llovedora” de anoche.

La foto de portada de hoy es de Isabel Oltra, quien nos cuenta:

“La Grajera es un humedal a las afueras de Logroño, con un embalse sobre una laguna endorreica que recoge aguas del rio Iregua.En esta zona tienen su hábitat numerosas especies: aves acuáticas, rapaces, numerosos pajarillos y algunos pequeños mamiferos y roedores.

Fuí a dar un corto paseo y fotografiar patos. Cuando de repente ví que esta pequeña ardilla me obsevaba, curiosa, desde bastante cerca, en su árbol. Encaré la cámara para captarla, y así que lo vió huyó rápida, con sus saltos, vuelos y

equilibrios quasi circenses…”

Isabel Oltra

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Gracias, Isabel.

Y hoy, en el ABC de papel:

MÓNICA FERNÁNDEZ-ACEYTUNO

LECHUZA

Anoche volví a cruzarme con una lechuza. Lo que mejor se ve es su vuelo blanco, lento y con las alas grandes casi en cruz, como los engañapastores; y también su cara igual que la luna, iluminada por la luz ajena de los faros.

NATURALEZA en ABC.es

Les dejo con otras ardillas.

Que pasen un buen día.

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LA LLUVIA LEÑOSA

Nieva y nieva en Nueva York. No para de nevar sobre la gran fuente redonda de la ONU, informa Alfonso Armada, corresponsal, escritor, y nieva sobre los parques neoyorquinos donde las ardillas dejan unas huellas que son un decir y un desdecirse de la nieve.

Las huellas de la ardilla común empiezan siempre en un árbol, y terminan en otro; a no ser que salte por las ramas como cuenta la leyenda, cuando las ardillas volaban de un extremo a otro de la Península. Estas huellas, aunque más pequeñas, recuerdan a las de las liebres ya que también andan las ardillas a saltos, y marcan las cuatro patas. A veces, hacen una parada que es un agujero oscuro y nevado y buscan alguna despensa casi olvidada en el suelo o en la cepa de un árbol cortado, que yo he visto castañas en el corazón muerto de un cerezo. Pero las ardillas suelen comer en las ramas y, desde la copa de los pinos, dejan caer unas brácteas lignificadas, las escamas de las piñas, como una lluvia leñosa.

Si hoy nevara aquí como está nevando en Nueva York veríamos qué fría, qué muda, qué muerta, qué blanca está la nieve; cúantas más brácteas hay esparcidas por la ciudad de los rascacielos que en nuestros campos donde ni siquiera hemos dejado a las ardillas un punto de partida, y otro de llegada.

MÓNICA FERNÁNDEZ-ACEYTUNO

ABC, Lunes 26-2-2001

Fondo de Artículos

de la Naturaleza de

www.aceytuno.com

BIODIVERSIDAD, ¿QUÉ FUE DE LA ARDILLA DE ESTRABÓN? por Miguel Herrero Uceda, quien nos invita a una conferencia distinta, en un entorno distendido.

Miguel Herrero Uceda, autor de “El alma de los árboles” Lunes, 22 de febrero a las 20:30 Diálogos del Conocimiento, organizado por la Comunidad de Madrid Café El despertar – c/ Torrecilla del Leal, 18 – Madrid (Metro: Antón Martín)

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