Como casi todos los veranos, a primera hora de la mañana, ayer se vieron en la ría crías de delfines mulares nadando, al unísono, junto a sus padres.
Mónica Fernández-Aceytuno
Mónica Fernández-Aceytuno
El suelo de esta dehesa es pura piedra. Y muy caliza. Huele divinamente pues hay, como en todos los terrenos poco fértiles, gran cantidad de labiadas. Ahora, cuando ya se vislumbra el fin del invierno, el colorido es variadísimo. Para dar fe te adjunto las fotos de unos iris que, literalmente, han nacido de las piedras.
Un abrazo. Joaquín