Viendo esta fotografía realizada hace una semana en Los Alcornocales de Cádiz por Cristóbal García, me he acordado de otro lagarto: el lución.

Viendo esta fotografía realizada hace una semana en Los Alcornocales de Cádiz por Cristóbal García, me he acordado de otro lagarto: el lución.

Viendo esta fotografía realizada hace una semana en Los Alcornocales de Cádiz por Cristóbal García, me he acordado de otro lagarto: el lución.

Es curioso. Creí que nunca había escrito de los lagartos y buscando me he encontrado con algo que había olvidado, lo cual siempre me sorprende, porque entiendo que olvidemos lo que vivimos sin pensarlo, pero no lo que se escribe, para lo cual se ha tenido que pensar más despacio.

Así que dejo hoy aquí de nuevo al lución, un lagarto sin patas al que la gente llama “serpiente de vidrio”.

Que pasen un buen día,

Mónica Fernández-Aceytuno

VEA PINCHANDO AQUÍ EN UN BREVE VIDEO AL INOFENSIVO LUCIÓN O “SERPIENTE DE VIDRIO” para que aprecien lo poco que se parece a los otros lagartos, como los fotografíados por Cristóbal.

NOTA DE LA EDITORA: Un foro de lectores alemanes se ha dirigido a nosotros para preguntarnos qué ha sucedido con el nido de cigüeña que vigilaban las cámaras en directo de Doñana. Para quien también lo haya echado de menos, trataremos de averiguar hoy qué ha pasado.

EL LUCIÓN

El lución es un lagarto sin patas, más ápodo que los vencejos, y como nadie mira los párpados de lagarto que tiene el lución en los ojos, la gente le llama “serpiente de vidrio”.

Se trata de un lagarto absolutamente inofensivo que abandona a voluntad la cola, ya que se autotomiza como una lagartija. De no haber tomado aún esta drástica decisión, el lución puede llegar a medir, cola incluida, casi medio metro de largo. Posee una finas placas óseas que le dan rigidez a la piel y su color, entre el gris y el pardo, es siempre lustroso: lución: Anguis fragilis. Bajo las tablas que hay tiradas sobre los prados, está el lución pasando el día.

No sale más que de noche, o cuando los días son tan grises que no hay quien salga, y hay luciones que han llegado a vivir todos los días grises y todas las noches que hay en cincuenta años. Es el lagarto menos soleado de Europa. Llega más allá de Escocia y Escandinavia y en España es abundantísimo desde Cataluña hasta Galicia, pasando por el País Vasco.

En breve, el profesor Pedro Galán publicará sus últimas investigaciones sobre la forma en que el lución alumbra crías desarrolladas. Todo en este lagarto nos parece mentira, tal vez por lo estrecha que es nuestra propia realidad, o porque el lución hace su vida mientras dormimos.

Mónica Fernández-Aceytuno

ABC, 7-4-2003

Fondo de Artículos de la

Naturaleza de

www.aceytuno.com

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