Los turistas que visitaban el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, solían declarar haber visto un oso cuando divisaban una marmota. “¿Escucharon algún silbido?”, preguntaba el jefe de conservación.

Los turistas que visitaban el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, solían declarar haber visto un oso cuando divisaban una marmota. “¿Escucharon algún silbido?”, preguntaba el jefe de conservación.

Y era, claro, una marmota.

Imagino que esto sigue siendo igual que cuando me lo contaron, como cuando el pastor de Torla empezó a perder la paciencia ante los impertinentes silbidos que, desde las montañas del Pirineo oscense, le llamaban. Cuando localizó al que silbaba, se quedó asombrado pues era un animal que no había visto nunca: como una ardilla pero más grande, y más gordo, que parecía haberle robado el color a las piedras y la tierra de la alta montaña.

Era como si ese animal nuevo hubiera vivido allí toda la vida y, en realidad, lo había hecho:la marmota era común en toda Europa durante el Pleistoceno, pero más tarde desapareció y quedó recluida en los Alpes y los Cárpatos de donde salieron,a principios de los años 70, las marmotas con las que repoblaron el Pirineo francés.

Pero las marmotas son amantes del sol y, a través de los valles, llegaron al Pirineo español donde, ahora, son abundantes.

Esta fotografía de una marmota de pie, chillando, junto a otra, nos la enviaron amablamente ayer desde el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde,imagino, todavía hay quien de vez en cuando llega y confunde, de lejos, una marmota con un oso.

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Que pasen un feliz día,

Mónica Fernández-Aceytuno

P.S.

La marmota Marmota marmota pesa entre 3,400 y 5,700 kg, y posee manos de cuatro dedos y pies de cinco.

Viven en familias compuestas por una gran pareja de marmotas adultas y los descendientes del año anterior y, eventualmente, algún adulto más.

Construyen madrigueras y su vida se desarrolla a su alrededor. Durante el invierno hibernan quedando sumidas en un estado de sopor. A principios de junio nacen las marmotillas aunque aparecerán fuera de la madriguera a principios de julio.

Para mantenerse en contacto y avisarse de los depredadores emiten un complejo sistema de chillidos similares a silbidos.

(Información proporcionada por el biólogo JUAN HERRERO)

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