“Los eucaliptos cacereños están siendo atacados por un nuevo insecto de procedencia australiana, al igual que él.” Antonio Morcuende Bachiller

“Los eucaliptos cacereños están siendo atacados por un nuevo insecto de procedencia australiana, al igual que él.” Antonio Morcuende Bachiller

“Los eucaliptos cacereños están siendo atacados por un nuevo insecto de procedencia australiana, al igual que él.”

Antonio Morcuende Bachiller

UNA NUEVA PLAGA EN LOS EUCALIPTOS CACEREÑOS

Los eucaliptos cacereños están siendo atacados por un nuevo insecto de procedencia australiana, al igual que él. Se le conoce con el nombre vulgar de psila, pertenece al orden de los Hemípteros, familia Psyllidae y recibe la denominación de Glycaspis brimblecombei Moore.

Este verano encuentro por primera vez a este insecto en el eucalipto rojo, se le ve fácilmente en las hojas, al tener estas bien visibles unos escudetes cónicos, blancos cerosos; debajo de cada uno de ellos habita una ninfa de psila, estos escudetes protectores suelen medir 3 milímetros de diámetro; las ninfas son de color amarillo-anaranjado, una vez transformadas las ninfas en adulto, éste sale del escudo protector, mide unos 3 milímetros, es de color verde con zonas amarillas-anaranjadas y es buen volador.

La hembra realiza la puesta sobre ambas caras de las hojas, los diminutos huevos generalmente están agrupados, miden aproximadamente 0,35 milímetros, son como alimonados de color amarillo-ocre; normalmente se necesita lupa para poder verlos bien.

Tanto las ninfas como los adultos pueden estar en ambas caras de las hojas, a las que chupan la savia de su interior; las ninfas son las que más daño ocasionan con sus chupaduras y con su secreción de melaza con la que impregna las hojas; en esta secreción, puede desarrollarse el hongo de la fumagina que suele ser nefasto para el árbol.

Esperemos que a este chupador de savia, le acompañe su gran enemiga y paisana, la pequeña avispa Psyllaephagus bliteus Riek.; si no está, habrá que importarla, para controlar biológicamente a esta plaga. Que aunque estos árboles no tienen mucho prestigio en nuestro país, lo cortés no quita lo valiente, tenemos que agradecerlos la gran cantidad de anhídrido carbónico que asimilan; gran parte de este CO2, es producido por los humanos. Bajo mis humildes conocimientos y forma de pensar, siempre he dicho, que no hay malas hierbas o malas plantas, todo va en función de que se las desee estar o no, en un lugar determinado.

Antonio Morcuende Bachiller

Siguiente Post:
Post anterior: VEA AHORA AQUÍ EL VIDEO DE LA MARMOTA ALPINA por cortesía del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido donde se escucha la voz de la marmota, que a mi me ha recordado,
Este artículo lo ha escrito

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.