ESPERANZAS DE ÁRBOL

HAY ESPERANZAS DE ÁRBOL A LA DERIVA

El sol trae semillas volanderas.

Las suelta el chopo en las riberas, y tapan el agua, y el río que las riega, con esos penachos blancos que llevan la semilla por donde quiere y no quiere.

También sueltan penachos los sauces, pero más pequeños. Y los dientes de león amarillos que abandonan sus semillas al aire con un vilano en lo alto.

Por extensión se suele llamar a todo vilano, pero no es lo mismo. El vilano de las flores compuestas, los “molinillos de viento” que se llevaron tantos deseos de niño están hechos a partir del limbo del cáliz, de la parte suelta de los sépalos que tuvieron sus flores. En cambio, los penachos del chopo y la pelusa del sauce no nacen del cáliz, sino de la cubierta externa de la semilla, de la testa.

En los próximos días el sol traerá penachos y pelusas con la semilla escondida, y el azar con todo su futuro. Podrán germinar en las orilla, o quedarse en el bordillo de una acera, tristes, como una foto de sonrisa caducada, o volar durante días y noches con su esperanza de árbol a la deriva.

Mónica Fernández-Aceytuno

ABC, 9-5-1998

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