Una araña, la que se encuentra en la posición de arriba de la foto, está devorando a otra en las primeras horas de la mañana, a orillas del río Ardila.
Juan Carlos Delgado Expósito
Juan Carlos Delgado Expósito
Esto lo que se puede encontrar en cualquier playa: las cáscaras vacías de los huevos de las rayas.
A estos huevos, se les llama, quízás porque tienen el tamaño de uno de esos monederos que llevaban las señoras, muy agarrados, a la compra, “monederos de sirena”, pero también así, con esta forma, son los huevos de algunos tiburones ovíparos.
Es curioso, porque el tacto y el color es idéntico al de las alas, los élitros de algunos escarabajos, y las volutas del final de sus extremos, a los zarcillos de una enredadera, en esta ocasión para agarrarse a las algas, entre ellas la Posidonia cuyos rizomas también llegan ahora a la playa.